Sector exportador sigue luchando por el equilibrio

Los envíos de productos nacionales al exterior han enfrentado varias complicaciones, pero siguen sobreponiéndose a todas ellas.

Varios sectores de la economía buscan salir de los escollos recientes en la cadena de suministro. El sector exportador no es la excepción, y uno de sus protagonistas se explaya al respecto.

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Pese a múltiples embates como la pandemia, el embotellamiento de la cadena de suministro o la inflación, el intercambio comercial tanto nuestro país como en Latinoamérica sigue dando muestras de resiliencia. A estos inconvenientes se suma también la la inflación total, que de acuerdo al reporte del Banco Central, se incrementó por sobre los 13.1% anual en julio (mientras que la inflación “subyacente”, que excluye bienes energéticos y alimentos, alcanzó el 10%). Esto presiona la demanda y también los costos de transporte asociados, entre otros índices de la cadena distributiva que busca irse consolidando ante los múltiples embates a la fecha.

La perspectiva al respecto en Latinoamérica, con algunos matices, tampoco es muy alentadora. Según la opinión recogida de varios expertos de la División de Recursos Naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cuya directora es Jeannette Sánchez, la región está sometida a una “gran presión en un escenario de alta incertidumbre y tendencia a nuevos procesos de regionalización”.

Esto se debe, aseguran, “al conflicto de Rusia con Ucrania, en un contexto de varias crisis globales acumuladas e irresueltas, tanto de tipo económico (2008-2009) como ambiental y sanitario (pandemia), lo cual está afectando al desarrollo social, el crecimiento y los presupuestos públicos”. De ahí que, en su última proyección, la CEPAL redujo sus estimaciones para la región en este año al 1,8 %, un crecimiento del producto interno “muy bajo para confrontar los problemas serios de pobreza y desigualdad”.

La inflación promedio de la región sube al 8.1% (o sobrepasa en varios casos a los dos dígitos), “con países que superan en mucho ese promedio. Este desempeño de todos modos esconde una realidad heterogénea que depende mucho de la calidad de exportador/importador neto de los países de la región en términos de alimentos, energía y otros suministros básicos”, apuntan los expertos del organismo.

La mirada de un líder del sector exportador

En tal respecto, quisimos indagar algo más en detalle esta situación dentro del ámbito exportador, y entrevistamos vía e-mail al Presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile, Iván Marambio. Consultado sobre los contratiempos logísticos, alza de tarifas y las pérdidas que han experimentado, declaró lo siguiente: “No tenemos una estimación precisa de las pérdidas económicas de la temporada, eso posiblemente lo tendremos claro hacia finales de este año”.

El presidente de ASOEX, Iván Marambio.

“Sin embargo”, prosigue, “podemos decir que fue una de las temporadas más difíciles que ha enfrentado nuestro sector debido a un conjunto de factores que actuaron de forma simultánea afectando el desarrollo normal de la temporada: la crisis sanitaria derivadas del COVID-19 que implicó el cierre de puertos, mayores restricciones asociadas a la inspección de la fruta en los puertos, escasez de trabajadores, falta de contenedores, el aumento de las tarifas en toda la cadena logística, el conflicto en Ucrania y la congestión generalizada en los principales puertos del mundo, lo que generó aumentos significativos en los tiempos de tránsito, afectando gravemente la condición de la fruta”.

El abogado UDP, de larga trayectoria en el mundo frutícola, expuso que no tiene una estimación de los perjuicios para el rubro a raíz de las huelgas en los terminales ingleses de Felixstowe y Liverpool que siguen con un diagnóstico incierto hoy en día. Pero concluye afirmando que “una de las lecciones importantes que nos dejó el 2020 en medio de la pandemia, es que la cadena logística global es frágil y requiere de atención permanente para evitar disrupciones que impacten negativamente el comercio, especialmente, el comercio global de alimentos. Las paralizaciones en los puertos siempre son una preocupación para un sector exportador como el nuestro”.

Por lo mismo, finalizó señalando que “esperamos que se den las condiciones adecuadas para la construcción de acuerdos que permitan el término de la paralización y la reactivación de las actividades en el menor tiempo posible, especialmente si consideramos que estamos próximos a iniciar la temporada 2022-2023”.