Puerto Chacabuco apuesta a crecer para embarcar las exportaciones de Aysén

En este sector del Puerto Chacabuco desembarcan los turistas que llegan en cruceros, que en su mayoría permanecen a la gira.

En conversación con Agenda Marítima, el Presidente del Directorio de Emporcha abordó los hitos de la portuaria estatal y el énfasis que la actual administración pone en los planes de desarrollo al servicio de la zona austral y sus habitantes.

Hace un mes se concretó el embarque más grande en la historia de la Empresa Portuaria Chacabuco. Fueron más de 20 mil toneladas de concentrado de zinc de la Compañía Minera Pacífico Sur, con destino a China. La motonave Aromo, con 180 metros de eslora y 30 de manga, atracó en el sitio 1 del puerto, demandó 23 turnos de trabajo y puso a prueba todas las capacidades del terminal.

Testigo de ese hecho y de casi toda la historia de la portuaria aysenina es el actual presidente de su directorio, Enrique Runín Zúñiga, quien ocupa el cargo hace un año pero que antes fue su primer gerente general, desde 1998 hasta el 2019. Además, recuerda que en su infancia acompañaba a su padre camionero a depositar mercancías en el puerto.

Con toda esa experiencia, ¿cómo diría que ha cambiado el puerto desde 1998 a la fecha?

Ha cambiado mucho. En esos años el puerto disponía de los dos muelles centrales, que se mantienen hasta hoy, pero muy poca capacidad de acopio. Uno de los principales cambios que hicimos fue fortalecernos en el área de almacenamiento de carga refrigerada, se hizo el cierre perimetral, se ampliaron las áreas para atender naves con el primer plan maestro; en esos años empezaron a llegar los cruceros turísticos, nos fortalecimos en el rubro de la carga contenedorizada y hubo un cambio en la conectividad con naves cada vez más grandes. El 2017 nos empezamos a hacer cago de cinco muelles de Obras Públicas del plan de conectividad austral en Puerto Aguirre, Melinka, Puerto Cisnes, Raúl Marín y Puerto Gala y pasamos de ser una empresa en Puerto Chacabuco a ser una empresa regional.

Enrique Runín fue gerente de la portuaria desde 1998 hasta el 2019, y el año pasado volvió a la empresa para asumir la presidencia del directorio.

¿Cómo fue el 2022 para la empresa y cómo se proyecta este año?

Nosotros nos hicimos cargo a fines de mayo, con una empresa preparando un proceso de concesión que detuvimos porque las inversiones que se exigían al futuro concesionario no respondían, a nuestro juicio, a las necesidades de mayor infraestructura para la actividad exportadora. Los presupuestos ya estaban definidos y no fue mucho lo que pudimos hacer en términos de infraestructura, pero sí hicimos un proceso de planificación y el Ministerio de Hacienda nos aprobó una inversión para este año cercana a los 600 millones de pesos -que para nosotros es bastante alta- y que nos permite renovar los dos almacenes para acopio de mineral y la reposición de gran parte de uno de nuestros muelles. Estamos mejorando las instalaciones en los muelles de la Dirección de Obras Portuarias y exploramos extendernos hacia algunos muelles al sur de la región. En la medida que la región necesite una empresa que administre la infraestructura portuaria de conectividad, nosotros vamos a estar presentes.

¿Cuántas naves atienden en Puerto Chacabuco?

Debemos estar en las 4 mil naves, lo que pasa es que del total unas 3.900 son naves menores. Este puerto es muy multipropósito, transferimos carga contenedorizada, mineral a granel, desembarque de pesca fresca, embarque de insumos para la acuicultura, pasajeros y servicios de conectividad con los buques RoRo. Y este año esperamos sumar las primeras exportaciones de madera que se harían a través del puerto.

En marzo inauguraron el terminal de pasajero en Puerto Cisnes, parte de las mejoras para los usuarios de los servicios de conectividad regional.

¿Qué significó el embarque más grande que concretaron en marzo?

Fueron cerca de 20 mil toneladas de concentrado de zinc y la bodega estaba a plena capacidad. El embarque fue importante porque puso a prueba las capacidades de acopio y de nuestro muelle, con un buque de 180 metros de eslora, y también se puso a prueba el calado. Estamos conscientes de que la infraestructura del puerto aún es una limitante para las empresas exportadoras, para traer buques más grandes. Como directorio pensamos que es necesario ampliar el puerto y el mecanismo de la concesión no iba a resolver ese problema, así que estamos en una iniciativa conjunta con las empresas portuarias de Puerto Montt y Punta Arenas para buscar alternativas que nos permitan modernizarnos y ampliarnos.

¿Cómo fue la temporada de cruceros?

Recibimos diez cruceros internacionales y cerca de 8.500 pasajeros, que es la mitad de las naves que había antes de la pandemia. Este puerto es muy apetecido por las líneas de cruceros, pero hay restricciones como el tamaño del puerto. Casi el cien por ciento de los cruceros operan a la gira. Tenemos un terminal de pasajeros muy cómodo con todo el sistema de control que se requiere y lo que tenemos que hacer ahora es retomar los niveles que teníamos antes de la pandemia, con alternativas para cruceros de expedición que buscan recorridos distintos, donde no van los más grandes.