Descarbonizar la flota mundial para 2050 costaría entre 8.000 y 28.000 millones de dólares al año

Cada hay más presión por avanzar en la descarbonización del transporte marítimo.

La estimación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) se dio en el contexto de la reciente COP 28, donde se profundizaron los análisis acerca de la transición al uso de combustibles limpios en el transporte marítimo.

La industria naviera representa alrededor del 80% del comercio mundial de mercancías y

emite alrededor del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). Durante la última década, sus emisiones han aumentado un 20%, una trayectoria que el mundo “simplemente no puede permitirse”, según dijo la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan.

“Nuestro mensaje en la COP28 fue muy claro. Es necesaria una acción global audaz para descarbonizar el transporte marítimo”, indicó la funcionaria internacional. Pero agregó que “el transporte marítimo no puede descarbonizarse por sí solo y requiere la acción en todo el ecosistema”.

Un informe de la UNCTAD apunta a reunir a los actores pide reunir para ayudar colectivamente a la industria a descarbonizar y garantizar que el proceso sea justo y equitativo.

El informe destaca que la incertidumbre sobre las regulaciones y las alternativas a los combustibles fósiles está retrasando las inversiones necesarias.

Las estimaciones muestran que descarbonizar la flota mundial para 2050 podría costar entre 8.000 y 28.000 millones de dólares al año, y se necesitarán entre 28.000 y 90.000 millones de dólares adicionales cada año para la infraestructura de combustibles neutros en carbono.

El alto precio podría aumentar los costos de envío, lo que afectaría a la economía global.

Recomendaciones de políticas

El informe de políticas de la UNCTAD describe cuatro recomendaciones para ayudar a la industria marítima a equilibrar los objetivos y preocupaciones económicos, ambientales y regulatorios.

  • Establecer un marco regulatorio universal aplicable a todos los buques, independientemente de su bandera de registro, país de propiedad o área de operación, para evitar un proceso de descarbonización a dos velocidades y soluciones fragmentadas y exenciones que distorsionen la igualdad de condiciones para el transporte marítimo y el comercio.
  • Implementar regulaciones que ayuden a minimizar la incertidumbre, que actualmente dificulta las decisiones de inversión de armadores, astilleros y puertos.
  • Alentar a los inversores y a las instituciones financieras a aumentar sustancialmente los fondos para la investigación y el desarrollo de tecnologías e infraestructuras de transporte marítimo que utilicen combustibles limpios.
  • Introducir un impuesto sobre los combustibles o el precio del carbono para hacer que los combustibles alternativos sean más competitivos, generando al mismo tiempo fondos que puedan ayudar a las economías más pequeñas y vulnerables a lograr una transición verde y justa hacia una economía baja en carbono.

Una simulación de la UNCTAD de 2023 muestra que aumentos hipotéticos en la logística marítima del 10%, 30% y 50% podrían reducir el PIB mundial en un 0,01%, 0,04% y 0,08%, respectivamente.

En términos monetarios, una caída del 0,08% en el PIB mundial, valorado en 104 billones de dólares en 2022, se traduciría en aproximadamente 80 mil millones de dólares en pérdidas para la economía global. Y las economías vulnerables son las más afectadas por el aumento de los costos

“Si los esfuerzos de descarbonización no van acompañados de crecimiento económico, una regulación multilateral sólida y una innovación tecnológica, existe el riesgo de que en el corto plazo se deje atrás exactamente a aquellos países a los que más se puede ayudar en el largo plazo”, dijo Grynspan.