La temporada que sería histórica y que terminó en una crisis de la industria de la cereza

Disminución en los precios producto de la sobreoferta, inclusión de frutas de calibre más bajo y los cerca de 1.400 contenedores que no llegaron a tiempo a China, fueron factores claves en esta polémica temporada de exportaciones.
Una sobreoferta de fruta, equivalente a más del 50% del volumen de la temporada anterior, sumado a una menor demanda debido a que la economía China no pasa por su mejor momento fue el detonante de una severa crisis en la industria de la cereza. Los precios del “producto estrella del 2024” no repuntaron en el mercado chino, eso sumado a los más de 1.400 contenedores que no llegaron a puertos chino en la fecha esperada, provocaron un verdadero terremoto para productores y exportadores.
La gran esperanza era que, durante las celebraciones del Año Nuevo Chino que se inició el pasado 29 de enero, los precios repuntaran y de esa manera reducir los márgenes de pérdidas. Eso no paso e incluso el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura señaló que se vienen tiempos complejos toda vez que no se cumplieron las expectativas de rentabilidad que se habían trazado en un principio.
En el inicio de la temporada, la directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Frutas de Chile, Claudia Soler, adelantó que los envíos superarían todas las expectativas con más de 130 millones de cajas. Además, destacó la inversión de cerca de 9 millones de dólares en materia promocional ya que, de acuerdo a lo señalado, “sabemos que esta es la temporada para estimular un mayor consumo por los niveles de exportaciones que esperamos”.
Lo que no estaba en los planes fueron los factores externos, como la disminución del poder adquisitivo del consumidor chino que no reaccionó de la misma manera que en temporadas anteriores. Aunque, sin duda, la sobreoferta fue clave para la disminución del valor de las cerezas en su arribo al mercado chino y que finalmente provocó el descalabro económico para la industria y, en especial, para los productores.
A principios de enero, cuando ya se vislumbraba este problema, Hernán Garcés, presidente de Garcés Fruit, adelantó que “incluso las frutas de buena calidad y condición han registrado bajas significativas en sus precios de comercialización. Los precios de retornos a productor por kilo están fluctuando entre los USD 2,7 a USD 0,2 por kilo dependiendo del calibre. Hoy en día, tenemos las 3J en aproximadamente USD 2,7 por kilo, la 2J en torno a USD 2,0 por kilo, las J en cerca de USD 0,7 por kilo, y las XL en un valor de USD 0,2 por kilo”.
Víctor Catán, presidente de la Federación de Productores de Frutas d Chile, señaló que “va a ser un cierre complejo, donde a algunos productores les va a costar mucho cubrir sus costos. Vemos el tema con preocupación porque hay productores medianos, pequeños y grandes que tienen el 100% de sus frutas en un barco que no arribó en fecha y que está arribando post Año Nuevo Chino. Eso pudiera tener un impacto importante en los precios. Ojalá esa fruta esté en buenas condiciones porque si no lo está se dificulta más el escenario todavía”.
Industria de la cereza espera una caída del 50% en sus retornos
“La temporada se nos presenta de manera compleja a cada uno de los eslabones que integramos la cadena exportadora de cerezas. La realidad nos confirma que no habrá repunte de precios, de hecho, el Año Nuevo Chino no logró revertir la tendencia, consolidándose una temporada en la cual la industria experimentará una caída en sus retornos cercana al 50% en relación con el año anterior”, indicó Andrés Fuenzalida, gerente general de CopeFrut, en una carta donde reflexiona sobre lo sucedido.
En la misiva, el ejecutivo explicó que "el aumento del 53% en los envíos a China generó un volumen récord que saturó los mercados principales como secundarios, dificultando la absorción de la oferta y ejerciendo una fuerte presión a la baja de los precios finales". Eso, sumado a la desaceleración económica de ese país tuvo "un evidente impacto en el consumo interno reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores y la demanda de productos premium como las cerezas importadas”.
En su opinión, la gran cantidad de fruta en el mercado "exigió una calidad más consistente que no siempre estuvo presente. Además, se observaron volúmenes relevantes de calibres pequeños y fruta de segunda categoría, lo que debilitó la confianza de los compradores y afectó la diferenciación de los productos en un mercado altamente competitivo".
Andrés Fuenzalida adelantó que es necesario "asegurar una calidad más uniforme, variable que será clave para diferenciarnos en un mercado cada vez más exigente. A lo anterior debemos agregar la relevancia de la diversificación de los mercados como una estrategia que en el futuro minimice las amenazas que supone la concentración de envíos a un solo destino, aunque esto implique asumir riesgos iniciales".