Entrevista
Gerónimo Pulido: “El monitoreo en tiempo real es clave en prevención de desastres en los puertos”
En conversación con Agenda Marítima, el ingeniero civil oceánico explicó las implicancias de los desastres naturales en la infraestructura portuaria y cómo se está trabajando para mitigar lo máximo posible sus efectos.
Muchas veces se ha escuchado que Chile es “un país de desastres”. Su ubicación geográfica en el Pacífico sobre la Placa de Nazca lo hace un país altamente sísmico, eso sumado a su amplia costa, que en el último tiempo se ha visto afectada por el cambio climático que aumentó el número de marejadas en el año y la intensidad de éstas, obliga a tomar todas las medidas de resguardo en la infraestructura crítica presente en esos lugares y donde la industria portuaria es clave.
En entrevista con Agenda Marítima, el ingeniero civil oceánico de la Universidad de Valparaíso y Master en Gestión de Desastres en el National Graduate Institute for Policy Studies (GRIPS) de Tokio, Gerónimo Pulido, analizó los riesgos presentes en los puertos y costas nacionales ante desastres naturales, comentó las medidas de prevención que se deben tomar, y explicó cuáles son los desastres naturales que más afectan a la infraestructura donde los terremotos y tsunamis no son los principales.
¿Cómo se asegura la seguridad y la accesibilidad de un puerto en situaciones de crisis?
Lo primero siempre es tener claro las condiciones de operatividad de los puertos, la que se obtiene de análisis de clima medio y extremo. Un análisis de clima operacional toma en cuenta aspectos como la influencia de vientos, oleaje y marejadas en primera instancia, como también análisis de niebla y lluvias intensas dependiendo de la ubicación de este. En resumen, cualquier aspecto climático que pueda afectar la operatividad de carga, descarga y navegación. Estos estudios, junto con los pronósticos de condiciones marítimas y costeras, permiten elaborar planes integrales de respuesta de emergencias a la medida de las necesidades del puerto en particular.
¿Qué medidas de prevención se pueden tomar para asegurar la integridad de la infraestructura portuaria durante eventos naturales extremos?
Siempre se debe tener en cuenta el estado actual de la infraestructura. Las escolleras pueden no parecer dañadas, pero el fallo de este tipo de estructuras no responde directamente a la destrucción de esta, si no que el solo desplazamiento de un elemento de la protección puede provocar el deterioro de toda la sección. También son cruciales barreras contra inundaciones y sistemas de drenaje para evitar la entrada de agua. Todo esto en el contexto del cambio climático, por lo que las proyecciones del aumento del mar, y de los eventos climáticos extremos exacerbados por este fenómeno, deben tenerse en cuenta al momento de la construcción, ampliación y adaptación de la estructura portuaria existente.
¿Existen normativas o regulaciones internacionales sobre la construcción y operación de infraestructuras portuarias con respecto a la ocurrencia de desastres naturales?
Sí, existen estándares internacionales para la construcción y operación de puertos, como los establecidos por la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Internacional de Normalización (ISO). Por ejemplo, el ISO 14001 aborda la gestión ambiental, incluyendo la preparación ante desastres.
También están las guías de World Association for Waterborne Transport Infrastructure (PIANC), enfocadas a la adaptación de infraestructuras portuarias al cambio climático. En Chile la regulación esta principalmente orientada al diseño sísmico y contra tsunamis, y con razón, pero falta una integración mas amplia de riesgos asociados al cambio climático.
¿Cuáles son los tipos más comunes de desastres naturales que afectan a la infraestructura portuaria?
Aunque no hay ciclones tropicales o huracanes en Chile, el oleaje extremo causado por tormentas en el Pacífico Sur ha dañado las infraestructuras costeras en el pasado en Chile, una de las más significativas que se me vienen a la mente son las marejadas del 8 de Agosto del 2015 en la bahía de Valparaíso, que dejo destrucción de instalaciones portuarias, obras de protección costera y edificaciones en la región.
Los terremotos y tsunamis, en comparación con muchos países del resto del mundo, son bastante frecuentes debido a la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, pero siguen siendo de una frecuencia mas o menos de 1 cada 7 u 8 años, por el contrario, las marejadas ocurren varias veces al año y con un aumento notable en los últimos años debido a los efectos del cambio climático.
¿Cuáles son los casos de desastres naturales más importantes que han afectado a la infraestructura portuaria?
Empezando por el número uno, el terremoto de 1960 de Valdivia. El más fuerte registrado en la historia (magnitud 9.5), destruyo casi totalmente el puerto de Corral y gran parte de toda la infraestructura costera presente en la zona. Mas recientemente en 2010, el terremoto y tsunami mas conocido como el 27F, daño gravemente al puerto de Talcahuano, incluso arrastrando barcos tierra adentro.
Internacionalmente hablando, vale la pena mencionar a Japón, un país sísmicamente similar a Chile y que fue afectado por un terremoto y tsunami en Tohoku el 2011. Un terremoto de magnitud 9.0 que generó un tsunami que devastó la costa noreste de Japón y dejó al puerto de Sendai arrasado, con contenedores, barcos e infraestructura completamente destruidos.
El caso de las marejadas es más recurrente, y sus efectos pueden verse especialmente en las regiones de Valparaíso, Coquimbo y Antofagasta, donde se han producido daños en escolleras, muelles y áreas costeras adyacentes, además de interrupciones frecuentes en operaciones debido a oleajes extremos.
¿Qué tecnologías se están implementando para mejorar la resistencia de las infraestructuras portuarias frente a fenómenos climáticos extremos?
Hasta ahora, en mi opinión, el monitoreo en tiempo real y los sistemas de alerta temprana son los elementos más importantes para la prevención de desastres y la gestión de emergencias en los puertos. El Sistema de Alerta Temprana de Tsunamis (SAT), es una red de sensores y boyas oceanográficas que detectan terremotos y variaciones en el nivel del mar que podrían generar tsunamis. También, el Sistema de Alerta Temprana del Pacífico (PTWS) es una red internacional que coordina la detección y emisión de alertas sobre tsunamis en la cuenca del Pacífico. Chile es uno de los países colaboradores de esta iniciativa por medio de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR). Además, la red de estaciones meteorológicas y oceanográficas de Chile permite prever marejadas y mareas altas que pueden generar riesgos para la infraestructura portuaria y las zonas costeras.
¿Qué protocolos existen para la reconstrucción y habilitación de infraestructuras portuarias después de un desastre?
Los protocolos post-desastre suelen seguir un enfoque por fases. Primero es la evaluación, donde se realizan catastros de daños para priorizar los esfuerzos de reparación. Después se toman medidas de emergencia como reparaciones temporales para restaurar operaciones críticas. Dependiendo de la gravedad del evento extremo, la operatividad puede verse disminuida incluso con las medidas de emergencia en marcha.
Luego viene la etapa de planificación de reconstrucción, donde idealmente, se incorporan las lecciones aprendidas para reconstruir con mayor resiliencia. Al mismo tiempo, se debería explorar el financiamiento y asignación de recursos, donde dependiendo del tipo de operación, se debe buscar la colaboración con gobiernos, stakeholders y aseguradoras para asegurar fondos. Finalmente, la implementación del plan de reconstrucción, cumpliendo estándares actualizados para prevenir futuras vulnerabilidades.
¿En qué medida se integran las estrategias de adaptación al cambio climático en el diseño y operación de los puertos?
Las estrategias de adaptación al cambio climático están siendo progresivamente integradas en el diseño y operación de puertos tanto en Chile como a nivel global. En Chile el uso de soluciones basadas en la naturaleza para proteger las infraestructuras costeras, incluidas las portuarias, es una estrategia emergente pero aún en desarrollo. Algunas de las que tengo conocimiento incluyen la restauración de hábitats costeros como manglares, humedales, dunas costeras y marismas.
Otro aspecto del que no he hablado es el uso de energías renovables y eficiencia energética. Muchos puertos están invirtiendo en energías renovables, como paneles solares o turbinas eólicas, para reducir las emisiones y garantizar el suministro de energía en eventos climáticos extremos. Para Chile, la clave está en seguir desarrollando políticas claras y coordinadas que fortalezcan la resiliencia de los puertos frente a los efectos del cambio climático, utilizando tanto estrategias tecnológicas como soluciones naturales.