Investigadores chilenos diseñan herramienta de soporte para contingencias marítimas

Pablo Córdova, investigador de la Escuela de Ingeniería Oceánica de la Universidad de Valparaíso.

El proyecto Hydrodynamic Ocean Models for Maritime Emergencies (HOMME) busca precisar las áreas de rastreo y disminuir el tiempo requerido para rescates marítimos o situaciones de derrame.

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Una falla en los motores, un problema eléctrico que deja sin energía al barco, un derrame de petróleo en alta mar o en zonas cercanas a la costa que afecta al ecosistema o alguna embarcación perdida en la inmensidad del océano. Son emergencias bastante recurrentes en la industria marítima a todo nivel y de muy compleja solución debido a la inmensidad del mar, las corrientes y el oleaje.

La problemática es la incertidumbre que tiene un objeto estando a la deriva y para dónde va dependiendo de las condiciones que son muy dinámicas y que tienen componentes aleatorias y turbulentas, difíciles de pronosticar. La tesis de magister, desarrollada en la Universidad Técnica Santa María, enfocada en la aplicación de modelos hidrodinámicos de mayor resolución para el caso del accidente de avión C-212 acontecido en las cercanías a Juan Fernández durante septiembre del 2011, fue el inicio de un proyecto de modelos matemáticos que permite predecir el comportamiento y cuya aplicabilidad se enfoca especialmente en casos de emergencias marítimas

Pablo Córdova, investigador de la Escuela de Ingeniería Oceánica de la Universidad de Valparaíso, tomó todos estos antecedentes y desarrolló un sistema de automatización y optimización de modelos hidrodinámicos de alta resolución, junto al desarrollo de un modelo de deriva de partículas que logran reproducir la línea de costa y la batimetría con más detalle que los que están disponibles libremente. Con eso logró reproducir fenómenos particulares y de contingencia marítima como por ejemplo, la búsqueda de un avión siniestrado en el mar o una mancha de petróleo a la deriva.

“Postulamos a un fondo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y asociado a esa investigación un fondo que se llama Valorización de la Investigación Universitaria (VIU). Con eso conseguimos los primeros fondos para llevar estas herramientas automatizadas y gracias a los servicios del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), desarrollar un Software as a Service (SaaS) al que actualmente denominamos Hydrodynamic Ocean Models for Maritime Emergencies (HOMME)”, señaló el investigador.

-¿Cómo funciona HOMME?

La idea es que cualquier operador que requiera obtener el pronóstico de la trayectoria de un elemento en el océano, lo haga a través de una interfaz simple e intuitiva, permitiéndole obtener una gama de posibles resultados o escenarios como soporte de decisiones a diferentes incidentes que puedan acontecer en el mar, con especial énfasis en zonas costeras, tales como bahías cerradas o sistemas de fiordos y canales australes.

De esta manera, Pablo Córdova y su equipo tienen la capacidad de generar pronósticos en cualquier zona costera del mundo, a una escala espacial más refinada que los destaca de las actuales herramientas o datos satelitales y de terreno, estos últimos muy útiles para la validación de este tipo de Software, pero carentes de pronósticos. La finalidad es dar soporte y ser más eficientes en la coordinación, uso de medios y el tiempo de respuesta, esta última una variable fundamental para cuando se trata del rescate de una vida o la protección de un ecosistema costero.

-¿Cuál es el aporte de HOMME a la industria marítima portuaria?

Hemos visto temas relacionados al transporte porque todas estas empresas que trabajan en el mar se basan mucho en lo preventivo, algo muy valioso y en lo que se invierte mucho dinero porque el problema de que ocurra un accidente siempre está latente y ante su ocurrencia es ahí donde nosotros necesitamos proyectar porque uno no sabe dónde va a ocurrir el accidente, en qué punto, no sabes dónde se va a caer un avión, dónde va a haber un derrame, dónde va a quedar varada una nave, entonces estas herramientas contribuyen a la excelencia operacional aportando tanto en lo preventivo como en lo predictivo. Actualmente nos encontramos en búsqueda de ampliar el rango de aplicabilidad de HOMME, para lo cual, buscamos coordinar reuniones con empresas del índole del transporte marítimo, ENAP, IFOP, INPESCA, Tribunales ambientales, entre otros.

Apoyo al rescate marítimo

El pasado 24 de marzo los dos tripulantes del bote “Alexia Esperanza II” desaparecieron cuando zarparon desde Puerto Norte en la Isla Santa María. La búsqueda fue intensa y pasó una semana completa hasta que pudieron dar con el paradero de la embarcación. Rodrigo Cruz y su hijo Diego, zarparon sin autorización con rumbo a diez millas náuticas al noroeste del territorio insular y se les perdió el rastro.

“Nosotros generamos apoyo para esa búsqueda y a pesar de la ardua y valiosa labor de búsqueda de la Armada de Chile, quienes utilizaron medios de búsqueda aéreos, terrestres y marítimos, finalmente la embarcación fue encontrada por los mismos pescadores y posteriormente rescatada por la Armada, a cientos de kilómetros al Noreste del punto de origen. Está bien que siempre existan recursos para la búsqueda pero este tipo de herramientas complementarias, como HOMME, pueden incluso ayudar a enfocar la búsqueda en ciertas áreas”, explicó Pablo Córdova.

El investigador de la Universidad de Valparaíso agregó que “hay muchos casos de búsqueda y rescate en el contexto marítimo. De hecho, según la Directemar, durante el año 2022 la mayoría de los casos de búsqueda y rescate se asociaron a transporte marítimo, seguido de la pesca artesanal, entonces ahí también hay un punto donde se pueda apoyar directamente a la seguridad, tener control sobre las emergencias, caídas de contenedores, derrames de petróleo. Dar una pronta primera respuesta a la emergencia puede marcar una importancia en el desenlace de la misma. Si bien se busca con todos los medios disponibles, no se le ha dado espacio a este tipo de herramientas que podrían contribuir en gran medida, aumentando la eficiencia en coordinación, recursos y en tiempo, lo que se traduce en vida o la protección de ecosistemas”.