"Nosotros ya no podemos mejorar nuestra productividad porque el buque navega 24/7"

La vida de las y los tripulantes marítimos se rige por costumbres que no suelen usarse en tierra firme.

Ricardo Tejada, ex oficial de marina y ex Director Nacional de Obras Portuarias es el portavoz de la industria naviera en los debates del Congreso nacional.

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Tal como informara nuestro medio asociado Salmonexpert, ayer se realizó una nueva sesión especial de la Comisión de Trabajo y Previsión Social en el Senado.

El motivo fue que en esa instancia se discutió, fuera de las sesiones regulares del proyecto de Reforma del Código del Trabajo en particular, con todas aquellas organizaciones que buscan hacer presentes sus observaciones sobre las "Indicaciones" que el proyecto de las "40 horas" quiere llevar a cabo para reducir las jornadas laborales de los trabajadores embarcados del sector naviero.

"El fundamento del proyecto indicaba que lo que se buscaba era mejorar la productividad de los trabajadores chilenos".

Ricardo Tejada

Por tal razón, quisimos dialogar un poco más en detalle con Ricardo Tejada, Gerente General de la Asociación Nacional de Armadores de Chile, Ingeniero Naval Mecánico y ex Oficial de Marina, quien ha representado al sector naviero y transporte oceánico durante la discusión del proyecto de las "40 horas" en la Cámara Alta.

La pregunta inicial apunta a conocer sus observaciones al mencionado proyecto, y cómo a su juicio éste perjudica la práctica laboral del sector que representa: "Cuando se ingresó, el fundamento del proyecto indicaba que lo que se buscaba era mejorar la productividad de los trabajadores chilenos. Y con ello, como resultado, se iba a poder bajar (o reducir) la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. Así se ganaba más vida familiar, mayor tiempo para otras actividades, etcétera". Aunque, a continuación, plantea que en el sector naviero las costumbres y prácticas laborales tienen un matiz distinto: "Pero en el caso puntual de los tripulantes de la marina mercante, nosotros ya no podemos mejorar nuestra productividad, porque el buque navega 24/7 y no se puede mejorar tal aspecto rebajando las horas laborales”.

Ricardo Tejada es ex oficial de Marina y ejecutivo portuario.

Conocedor de su industria y las formas de relacionarse entre las tripulaciones, señala que "es más, el Código del Trabajo tiene un capítulo especial sobre la Marina Mercante, el capítulo número 2, que regula en 56 el máximo de horas semanales. Como para el resto de los trabajadores chilenos es de 45, esta “diferencia” de 11 horas se paga como horas extraordinarias. Pues bien, al bajarse las horas de 45 a 40, ya no van a ser 11 horas extraordinarias que habría que pagarle a los trabajadores sino que van a ser 16".

"Eso mientras tanto (el barco) esté en puerto, porque navegando es imposible dar un día de descanso porque hay que tomar las guardias exactamente igual".

Ricardo Tejada

De ahí entonces que, según explica, sus observaciones aludan a cuestiones de fondo y no puramente razones económicas: "A eso me refiero yo cuando va a subir el costo del Transporte Marítimo sin cumplirse el fundamento del proyecto, que es que los trabajadores, en el fondo, estén más tiempo con sus familias. Ese es mi cuestionamiento al proyecto, que hay que revisar, al igual que en varias actividades productivas del país. Porque es muy distinto para el transporte aéreo, terrestre, marítimo, salud o turismo. Todos ya han hecho sus observaciones en el Senado. Esa es la razón". Además complementa lo siguiente: "Y si igual se hace lo que pretende hacer, finalmente sería solamente un beneficio económico, no de descanso para los trabajadores marítimos embarcados. Y nosotros estaríamos de acuerdo, pero sí con una gradualidad, tal como lo han solicitado la CPC, la SOFOFA y otros gremios empresariales”.

Por otro lado, añade, los costos al alza tienen que ver expresamente con la modificación a ciertos incisos del Código Laboral: “En este momento, nosotros pagamos 11 horas semanales de “sobretiempo”, y sobre las 45 ya todo se paga como horas extra. Ahora estas aumentarían, por cada tripulante, en 5 horas más. Lo cual, obviamente, significa un aumento en el costo laboral de aproximadamente un 17% del costo de las dotaciones. Y esto al final se va a traspasar al usuario, al importador, al exportador o al que mueve su carga. Por eso mencionamos que aumentaría el costo del transporte marítimo. Por otro lado, eso es lo relativo al artículo 106 de la modificación de la Jornada Laboral de 40 horas”.

Respecto de la modificación del artículo 109, que regula el descanso dominical y se había modificado en muy contadas ocasiones en el pasado, aporta con datos relevantes sobre su aplicación a tripulantes de naves y embarcaciones: “En lo que se refiere al artículo 109, nosotros no estamos de acuerdo ya que en todas las modificaciones que han habido en el tiempo (hasta ahora dos) de la jornada laboral en los últimos 20 años, siempre se ha modificado el artículo 106 pero no el 109, que es el que indica que el día domingo será día de descanso. Y eso mientras tanto esté en puerto, porque navegando es imposible dar un día de descanso porque hay que tomar las guardias exactamente igual".

Asimismo, expone que la experiencia comparada internacional indica que "el tema de los descansos en la Marina Mercante, la jornada laboral, está muy regulado por ser una cuestión de importancia global: un día un buque está acá y al otro día en otro lugar. Por eso está muy regulado a nivel internacional, tanto por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como la Organización Marítima Internacional (OMI), donde existen varios convenios que Chile ha suscrito, que regulan la jornada laboral, de descanso, la devolución de los días, las condiciones de trabajo, etcétera. Por ende, está muy regulado y sobre eso no nos podemos exceder, y están los descansos que se otorgan a nivel internacional”.

A modo de conclusión, señala que "existe un periodo de embarco y descanso de cada oficial o tripulante, y eso se negocia de manera gremial/sindical en negociaciones colectivas. Es una atribución o herramienta de los gremios para poder negociar con sus empleadores la jornada de descanso, que cada vez es un poquito más extensa y se van regulando solas, así que este proyecto incrementa la jornada laboral, aumenta los costos y no logra que el trabajador vaya a pasar más tiempo en su casa como el proyecto original buscaba".