Estudio anticipa los cambios en transporte marítimo para reducir emisiones

El informe subraya la multiplicidad de soluciones para la descarbonización del transporte y la ausencia de una solución universal frente a la variedad de fuentes de energía disponibles. En la imagen aparece el presidente de DNV Group, Remi Eriksen.

El transporte de pasajeros y mercancías representa actualmente alrededor de una cuarta parte de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía y aumentará hasta el 30% en 2050.

El informe Transport in Transition de la compañía consultora noruega DNV, indica que la cuota de emisiones globales del transporte aumentará del 25% actual al 30% en 2050, porque gran parte seguirá dependiendo de los combustibles fósiles.

El análisis explora la transición del transporte, el sector con la demanda de energía de más rápido crecimiento hasta 2050, basándose en el modelo Energy Transition Outlook de DNV, y explora los amplios cambios en los combustibles, la electricidad y la infraestructura necesarios para transportar un número cada vez mayor de personas y volúmenes de carga mientras se descarboniza el sector.

Entre estas opciones la electricidad gana terreno, de acuerdo al estudio, en sectores que antes se consideraban difíciles de electrificar como el transporte pesado por carretera y la aviación.

También se espera que la demanda de petróleo en el sector del transporte se reduzca a la mitad para 2050, pero el ritmo actual de transición se mantiene muy por debajo de los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Actualmente, el transporte de pasajeros y mercancías representa alrededor de una cuarta parte de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía, una proporción que aumentará al 30 % para 2050.

El transporte por carretera será el primero en reducir su dependencia de los combustibles fósiles, de los 38 millones de barriles por día (bpd) actuales a los 19 millones de bpd en 2050, reduciendo su cuota del 91% al 57%. Por el contrario, el consumo de petróleo en el sector de la aviación se mantendrá prácticamente sin cambios para 2050, y se espera que la participación de los hidrocarburos en este sector alcance el 60% en el mismo año.

En el sector marítimo también cambiará significativamente en las próximas décadas la composición de los combustibles. Para 2050, según el informe, es probable que pase del uso casi exclusivo de petróleo a una combinación energética que comprenda un 50 % de combustibles bajos en carbono o sin carbono, un 19 % de gas natural y un 18 % de biomasa. La electricidad solo obtendrá una participación del 4%, en su mayoría limitada al transporte marítimo de corta distancia y las estadías en puertos para embarcaciones más grandes.

El presidente de DNV Group, Remi Eriksen, comentó que el estudio de transición del transporte “destaca los desafíos que enfrenta el sector y dónde se necesitan con urgencia nuevas políticas e inversiones para acelerar la descarbonización. Existe una necesidad apremiante de combustibles no fósiles confiables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en los sectores marítimo y de aviación. Es esencial que los formuladores de políticas aceleren el paso para fomentar la investigación y el desarrollo, los proyectos piloto y la adopción comercial de sistemas bajos en carbono o neutros en el sector del transporte para apoyar los objetivos de cero emisiones netas de mediados de siglo".