Expertos de Hapag-Lloyd analizan qué tan realista es la propulsión asistida por el viento

Así podría verse un buque de propulsión asistida por el viento. El estudio conceptual debería terminar en los próximos meses, lo que dará a la naviera la base para los próximos pasos.

En el marco de un estudio específico de Investigación y Desarrollo, la compañía naviera está evaluando el potencial de la energía eólica como medida de descarbonización para su flota.

Christoph Thiem, Director de Proyectos de Activos Estratégicos, y Martin Köpke, Gerente de Asuntos Regulatorios y Sostenibilidad, expusieron sobre sobre los estudios para utilizar la propulsión asistida por el viento en los portacontenedores de Hapag-Lloyd.

Martin Köpke aclara que si bien la industria apunta a lograr cero emisiones netas para 2050, en Hapag-Lloyd se fijaron el objetivo de hacerlo para 2045 y además de los combustibles limpios, son importantes la eficiencia energética y las tecnologías alternativas como el uso de la energía eólica para reducir el consumo de combustible.

Christoph Thiem agrega que Hapag Lloyd lleva algún tiempo trabajando en el tema de la propulsión de barcos asistida por el viento y en cómo podría realizarse en términos técnicos. A principios de año lanzaron un estudio conceptual para un barco de 4.500 TEU con un sistema de propulsión asistido por viento de última generación y completaron la primera fase del estudio conceptual en mayo.

“Esto nos ha dado una primera impresión de cómo podría ser este tipo de barco. En verano iniciamos la segunda fase, que todavía está en marcha. Mediante simulaciones por ordenador estudiamos cómo se comportaría un barco de este tipo en condiciones meteorológicas realistas en una zona comercial y cuánta energía podríamos ahorrar allí con el apoyo de un sistema de velas. En este contexto, también estamos analizando el potencial de la optimización de rutas en función del clima. Además, se están realizando análisis de sensibilidad. Por ejemplo, en la simulación dejamos que el barco navegue mucho más lentamente y luego vemos cuánta energía hemos ahorrado. También variamos los calados y vemos cómo se comporta el barco cuando no está completamente cargado. Y también estamos investigando qué pasa si, por ejemplo, una vela se daña o no se puede utilizar”, explica.

Se trata de la posibilidad de construir un barco con una capacidad de 4.500 TEU cuyo diseño actual prevé ocho velas con una superficie de 3.000 metros cuadrados. Las seis velas traseras serán extensibles y las dos delanteras retráctiles, lo que ayuda a no obstaculizar las operaciones de carga en el puerto y a proteger el sistema de velas de daños, así como a evitar limitaciones debidas a elementos como puentes.

Explica que El portacontenedores será propulsado principalmente por su motor, y el sistema de velas sólo se utilizará para ayudar a la propulsión. La asistencia que puede proporcionar el sistema de velas depende de varios factores, como la velocidad del barco y las condiciones del viento. A velocidades lentas de 8 a 10 nudos (15 a 20 km/h) y con las condiciones de viento adecuadas, el barco también puede propulsarse utilizando únicamente el sistema de velas.