Wallenius Wilhelmsen encarga buques para transporte de rodados impulsados por metanol

La imagen proyecta cómo serán los nuevos barcos de transporte de rodados que la compañía encargó. Serán cuatro inicialmente con la opción de sumar otras ocho unidades.

La compañía naviera firmó una carta de intención para construir cuatro barcos que serán impulsados por metanol y que también estarán adaptados para amoníaco, tras la meta de ofrecer un servicio de cero emisiones netas para el 2027.

La carta de intención para la construcción de los cuatro barcos de última generación se firmó con Jinling Shipyard (Jiangsu) en China con entregas programadas a partir de la segunda mitad de 2026. El acuerdo incluye opciones para ocho buques adicionales.

La naviera es una de las más importantes a nivel global en el transporte de rodados con una flota que varía entre 125 a 135 embarcaciones.

“Estoy muy feliz de que podamos lanzar esto al mercado ahora. Sé que se espera de nosotros y que, para mantener el tamaño de nuestra flota, debemos continuar solicitando embarcaciones. Sin embargo, sin una dirección clara sobre el combustible futuro, esta no ha sido una tarea fácil. Necesitábamos tiempo para evaluar cuál era la mejor opción para nosotros”, dijo Xavier Leroi, EVP & COO Shipping Services de Wallenius Wilhelmsen.

Las embarcaciones encargadas tendrán una capacidad de 9.350 CEU (unidad equivalente de automóvil) y se denominarán “Clase Sharper”.

“Tenemos grandes ambiciones para el futuro. Queremos ser la primera opción de transporte de nuestros clientes y queremos ofrecer una solución integral de cero emisiones netas para 2027. Nuestros nuevos buques nos permitirán acercarnos a estos objetivos. Al mismo tiempo, somos el operador de buques RoRo más grande del mundo y mantendremos una flota de 125-135 buques”, indican desde la compañía.

Agregan que, para la empresa, el metanol es la forma más rápida de alcanzar las metas de emisiones por lo que ordenaron buques que usen ese combustible al momento de la entrega y estén preparados a convertirse al uso de amoníaco cuando esa alternativa esté disponible de manera segura.