Buque escuela civil "Capitán Williams" vuelve a navegar en el sur del país
La innovadora iniciativa se vio frustrada por la pandemia, pero ahora la embarcación vuelve a prestar servicios para la formación de tripulaciones para la marina mercante nacional.
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El BIM capitán Williams es el primer buque escuela civil del país y de Sudamérica y fue lanzado al mar en noviembre de 2018 para ayudar en la formación práctica de los estudiantes de carreras marítimo portuarias. Se trata de una iniciativa de la Asociación de Armadores de Transporte Marítimo, Fluvial, Lacustre y Turístico Sur Austral de Chile (Armasur) a partir de una idea del fallecido empresario naviero Constantino Kochifas.
Sin embargo, la experiencia se vio interrumpida con la llegada de la pandemia. Eso hasta ahora que la nave vuelve a estar disponible para su objetivo de formar a las futuras tripulaciones.
Desde Armasur informaron que la embarcación vuelve con todo el equipamiento y el propósito para ser un aula vivencial en que los estudiantes de carreras marítimo portuarias puedan encantarse con su vocación de ser parte de las tripulaciones de la marina mercante sur austral.
“Gracias a todos nuestros socios por apoyar esta iniciativa que dimos vida el año 2015. Gracias a ONG Canales por aceptar ser parte de la travesía de volver con la nave a conectarnos con las futuras dotaciones y gracias al Gobierno Regional de Los Lagos por su apoyo que permitirá funcionar con su operación”, indicaron desde la organización.
ONG Canales
El modelo pedagógico a cargo de la ONG Canales utiliza la nave como centro de aprendizaje, lo que permitirá que estudiantes de las especialidades marítimo portuarias de la Región de Los Lagos, puedan desarrollar experiencias prácticas a bordo.
La entidad ejecuta el proyecto de «Fortalecimiento de la Educación Técnico Profesional en el ámbito naviero», que da continuidad a la implementación del primer buque de instrucción marítima privado, con financiamiento del Gobierno Regional.
El Buque de Instrucción Marítima Capitán Williams es un símbolo de innovación educativa en Chile. Cuenta con 29,7 metros de eslora, 6,8 de manga máxima y 3,4 metros de puntal moldeado. La nave posee tecnología de última generación que garantiza las mejores condiciones y espacios para aprender. En esto destacan radar, ecosonda, carta electrónica con GPS, radio VHF, radio HF, Navtex, anemómetro, Sart, EPIRB y compás satelital que están en distintos puntos del barco, a lo que se suman un dron para toma de imágenes aéreas; un robot submarino (Rov) y un banco de baterías que se abastece con paneles solares ubicados en la cubierta más una planta de tratamiento de las aguas grises de la nave, que permitirán que los estudiantes se familiaricen con las energías limpias y las mejores prácticas medioambientales.
