D&C propone fortalecer el tren en la red de transporte de carga

En el terminal La Divisa de D&C Group el modo ferroviario ocupa un lugar relevante dentro de los servicios logísticos que otorga la empresa.

“Es razonable proyectar que el próximo plan de crecimiento de la infraestructura de transporte de cargas del país se base preferentemente en el ferrocarril, mejorando su eficiencia y llevando a estándares internacionales el mantenimiento de las vías y del equipo rodante”, sostiene el presidente del directorio de D&C Group, Carlos Gil Del Canto.

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El directivo de la empresa que ofrece servicios de apoyo logístico a la carga analizó el escenario del transporte de carga y plantea la necesidad de poner énfasis en el desarrollo del modo ferroviario en los próximos años.

“Chile, un país abierto al mundo y cuyo PIB depende del comercio internacional, requiere con urgencia renovar su matriz de transporte para mirar al futuro con optimismo. Son muchas las deficiencias que se han ido acumulando y que saltaron a la vista el último tiempo”, planteó.

Carlos Gil Del Canto, presidente del directorio de D&C Group.

Junto con destacar el aporte en las últimas décadas del transporte de carga por carretera, señala que llega el momento de diversificar volviendo al origen, es decir, al transporte ferroviario de carga y pasajeros, modo que se quedó congelado en su desarrollo.

“Ha habido esfuerzos en sintonía, como el programa “Chile Sobre Rieles” que apuesta a inyectar más de 5 mil millones de dólares hasta el 2027, duplicando los niveles de carga y triplicando los de pasajeros. Sin embargo, este impulso debe ser empujado por todos los actores que somos parte de la industria”, indica el presidente de D&C Group.

Aclara que la propuesta no apunta, en absoluto, a reemplazar el camión por el tren, sino a fomentar la complementariedad de estos servicios, más eficiente, con menores costos y beneficios ambientales por la reducción de la huella de carbono.

Propone generar estrategias que posibiliten la circulación de convoyes de hasta 1.200 metros y permitan velocidades de hasta 80 km/hora, duplicando los actuales estándares de la industria ferroviaria.

“¿De qué forma? Alargando las vías destinadas al cruzamiento de trenes existentes en las estaciones; y por otra parte, mejorando la vía en su resistencia (al menos 25 toneladas por eje en toda la red), en sus radios de curvatura y pendientes. Otro aporte significativo sería introducir sistemas de control de tráfico de alta tecnología que permitan acortar la distancia entre convoyes consecutivos a menos de la mitad de la brecha temporal actual. Sería un avance respecto del actual control que se realiza mediante teléfonos celulares”, explica Carlos Gil Del Canto.

Medidas como las que describió permitirían al tren mover al menos tres veces más carga que la que transporta en las condiciones actuales, con economías de escala que ayudarían a los porteadores ferroviarios, al Estado y los consumidores.