Asociación de Molineros dice que granos no son prioridad en los puertos

La Comisión de Agricultura del Senado aprobó, en general, el proyecto que establece el principio de seguridad alimentaria en las operaciones de los puertos.

La Asociación de Molineros de Chile entregó un detallado análisis de las condiciones en los puertos para el movimiento de los granos. Acusó demoras que impactan en las tarifas que deben pagar a las compañías navieras.

Según informó la Asociación de Molineros de Chile a los integrantes de la Comisión de Agricultura del Senado en su última sesión, por cada día de demora en descargar un barco en los puertos se debe pagar entre 40 mil y 60 mil dólares adicionales. Sólo por ese problema, dijeron, el año pasado pagaron 11 millones de dólares a las navieras.

Alonso Fuentes, director de la Asociación de Molineros de Chile, expuso la posición de la entidad sobre el proyecto de ley que establece el principio de seguridad alimentaria en las operaciones de los puertos.

El mayor problema, según dijo, es la demora de hasta 30 días en algunos puertos para iniciar la carga o descarga de los granos. Afirmó que la carga a granel de este tipo de productos no está en las prioridades de los puertos, y que también influyen los cierres por marejadas o las capacidades de cada terminal.

El representante de los molineros analizó caso a caso los principales puertos del país. En el caso de Arica, por ejemplo, planteó que cualquier buque que llega tiene prioridad sobre los graneles. Y que, incluso, si alguno está descargando trigo y llega una nave con otra carga se corre el riesgo de tener que salir de puerto para dejar el sitio disponible.

En Coquimbo la situación no es tan diferente, expuso Fuentes, sumado al bajo calado del terminal y su baja velocidad de descarga, que alcanza en torno a las 3 mil toneladas al día.

En el caso del Puerto de Ventanas y San Antonio, son los cierres por marejadas los que impactan en la demora para descargar graneles, pues tampoco tienen prioridad en los puertos de la bahía de Concepción. Los molineros destacaron el caso de Puerto Panul, terminal granelero que, según explicaron, está colapsado.

“En los puertos nacionales se ha incrementado el costo de demurrage” (del francés, costo por demora), plantearon en su exposición aludiendo al término logístico que expresa el tiempo extra que debe pasar el barco en el puerto.

“El costo de demurrage del año 2021 fue más de 9,2 veces el costo del año 2020. Este costo incide en el valor interno del trigo y por lo tanto repercute en toda la cadena hasta llegar al consumidor final del pan”, señalan.

Proyecto de ley

Con estos datos, la organización se mostró a favor de legislar respecto a establecer el principio de seguridad alimentaria para las operaciones de los puertos y la carga terrestre, según un proyecto de ley que en la misma sesión de la Comisión de Agricultura fue votado favorablemente en general.

Puesto en otros términos, se trata de una propuesta legal que deberá otorgar la máxima priorización posible a la exportación e importación de productos alimenticios y de los insumos necesarios para su producción en las operaciones de servicios de estiba, desestiba, transferencia de carga desde el puerto a la nave y viceversa. También incluye el porteo en los recintos portuarios, así como los servicios prestados por los transportistas de carga terrestre.