Analistas destacan impacto positivo de la tregua entre EE.UU. y China para las exportaciones

Serán 90 días de tregua arancelaria entre Estados Unidos y China. Una decisión que calmó las bolsas del mundo, generó expectativas en los mercados globales y optimismo para el sector exportador nacional.
Una tregua arancelaria de 90 días fue la que pactaron Estados Unidos y China en Ginebra tras intensas negociaciones. De esta manera, en ese período de tiempo los aranceles iniciales que llegaban a 145% para los productos chinos se reduce al 30% mientras que las importaciones norteamericanas en ese país bajan al 10% desde el 14 de mayo.
Un anuncio que vino a calmar las turbulentas jornada de las bolsa de valores del mundo y que le dio un margen de tranquilidad a las fábricas chinas que habían visto disminuir su producción de productos que tenían como destino Estados Unidos. El anuncio fue calificado por el Ministerio de Comercio chino como un gran paso para resolver las diferencias.
El Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, también se mostró satisfecho y aseguró que "lo que había ocurrido con estos aranceles tan elevados era el equivalente a un embargo, y ninguna de las partes quiere eso. Queremos comercio, queremos un comercio más equilibrado, y creo que ambas partes se han comprometido a conseguirlo".
Para el economista sénior del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, Juan Ortiz, "los efectos de corto plazo, de la tregua arancelaria entre EE.UU. y China son un impulso en los mercados financieros globales. Específicamente el repunte de la renta variable, con un alza de las bolsas de valores, asi como el fortalecimiento del dólar multilateral, incremento del precio del petróleo en el mercado internacional y reducción de la volatilidad".
A su juicio, esta tregua permitirá reimpulsar el intercambio comercial entre ambos países "en la medida que la reducción de aranceles recíprocos es mas del 100% para múltiples productos, teniendo en cuenta que es por un espacio de 90 días y con una tasa de arancel del 10% (para la mayor parte de productos) periodo similar al que actualmente se encuentra en vigencia para todos los países sujetos a los aranceles recíprocos".
El analista estratégico Guillermo Holzmann aseguró que "si la demanda se ve afectada por un alza de precio, necesariamente significa una restricción de la oferta y eso, sin lugar a dudas, significaba un frenazo importante a la industrialización en China porque no solamente suponía que Estados Unidos dejaba de consumir muchos productos, sino que muchos países aliados de EE.UU. también iban a dejar de consumir en virtud del riesgo que tenía seguir comprando cosas a China".
Para Holzmann, lo que sucede se podría graficar como una "alineación de los astros que tiene un impacto impresionante. Lo vemos en las bolsas, en el sistema financiero, comercial y económico a nivel global. Además se van a replantear en las próximas dos o tres semanas, el nuevo curso de inversiones por lo que se abren tremendas oportunidades".
En cuanto a los efectos comerciales que tendrá para Chile esta tregua arancelaria, el economista de la UDP, Juan Ortiz, indicó que "es positivo porque se acotará el impacto negativo de los aranceles de EE.UU. a China y viceversa, lo que permitiría mitigar el impacto negativo de la guerra comercial en el PIB de estos países, con un efecto positivo no solo en el mercado financiero sino en las expectativas de los agentes económicos".
"Una caída más acotada del PIB de socios comerciales mitigará el impacto negativo en Chile de las decisiones de EE.UU desde el 2 de abril. En resumen, se daría un escenario más auspicioso para las exportaciones de Chile hacia sus dos principales socios comerciales. El principal sector que será beneficiado de este principio de negociación será el sector minero, toda vez que China y Estados Unidos son los dos principales destinos de las exportaciones", concluyó Ortiz.